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El Fenómeno de la Inmigración Masiva.
Por Arturo Bonet Canizares
El fantasma que hoy recorre indetenible a Europa no es ideológico, por el contrario es de carne y hueso. Decenas de miles de cuerpos explotados, demacrados, con mentes desesperadas y que pronto serán millones junto a miles de yihadistas, terroristas activos y potenciales deambulan por ciudades y autovias para recalar en ghettos y ser parte activa de un germen que horada y contamina desde dentro a la sociedad occidental.
Ya los organismos internacionales, agotado su arsenal de eufemismos, distorsiones de la realidad y “wishful thinking” (que ya los traductores no tienen mas remedio que traducir como “ilusiones”) han comenzado a identificar el fenómeno de la inmigración ilegal en curso como lo que en realidad es, una incontrolable inmigración masiva.
Nunca antes o después de la Segunda Guerra Mundial se había observado este fenómeno a tal escala y tan fuera de control. Durante la Gran Guerra era lógico y natural que grandes grupos de individuos huyeran en masa e intentaran llegar a lugares no afectados por la debacle despues de perderlo todo, salvar la vida e intentar recomenzarla de alguna manera.
Y nos preguntamos cual es la razón por la cual esta situación se ha agudizado al extremo que se convierte en un caos de impacto previsible pero ignorado por los gobiernos hasta el punto en que es imposible detenerlo y lo que es peor, resolverlo.
La básica razón del lado europeo ha sido la permisiva debilidad de los gobiernos para primero reconocer el fenómeno y después su total inacción para controlarlo. Los resultados de esta anemia política y del miedo a ser catalogados como racistas o xenófobos en el entorno liberal son trágicos. Es una irresponsabilidad que lleva a la muerte a miles de personas, admite a criminales, radicales y terroristas sin siquiera saber quienes son cuales y ha soliviantado sentimientos que nunca debieron regresar a la mente de los ciudadanos de Europa. Es una situación digna en resumen de ser sometidos esos politcos a un proceso judicial con un tribunal en toda regla.
El origen de la explosión es muy simple. El mundo, sobre todo ese mundo tan diferente que rodea a Europa en realidad se encuentra sin remedio enzarzado en una Tercera Guerra Mundial de baja intensidad pero que se expande precisamente por la desidia de quienes se suponían destinados a evitarla. Y ahora de los que deben terminarla.
No se puede tampoco exonerar al MSM de su culpa. Los actos violentos de inmigrantes en Europa, fundamentalmente musulmanes, han sido tratados por los medios de comunicación como si fueran responsabilidad de los gobiernos y nunca de los inmigrantes a los cuales se cataloga de discriminados y aislados por la sociedad a la que precisamente no quieren pertenecer porque son esclavos del odio y de la violenta interpretación de su religión. Se les justifica con toda clase de sofismas y ni se habla de su negativa a integrarse a las sociedades donde viven, a respetar sus leyes, de crear ghettos llenos de crimen, drogas, prostitución y violaciones que ya se expanden fuera de los ghettos y de aprovecharse de todas las prestaciones de los magnánimos estados liberales para no trabajar. Entonces, si hoy la violencia de estos inmigrantes es un hecho, podemos facilmente prever que pasará cuando se añadan millones a sus filas. Y como ya es otro hecho en muchos paises de la Unión, las prestaciones serán eliminadas porque la largueza liberal ha agotado sus fuentes y los contribuyentes estan cansados de ver el mal empleo de sus impuestos. Como es previsible, la frustración de los ciudadanos de esos paises y sus consecuencias, que ya son indetenibles en Alemania, Suecia, Noruega o Finlandia, donde la disciplina germana y la parsimonia nórdica parecen esfumarse y transformarse en acciones violentas de nacientes organizaciones anti-inmigrante las cuales proliferan como resultado lógico de la incompetencia y el desamparo estatales.
Mientras, los paises que intentan tomar medidas son vorazmente atacados por las fuerzas liberales. Hungría por ejemplo ha determinado construir un muro protector en su frontera y claramente ha dicho que el gobierno y la economía a duras penas logran hoy que todo ciudadano húngaro tenga trabajo. Que claramente no puede asimilar un flujo de inmigrantes tal. Tras ser atacado violentamente por ello en toda plataforma europea, el Presidente ha dicho que Europa entera está loca si no ve la realidad y no toma medidas.
Norteamérica no escapa de este problema.
Canadá, cuyo mayor agente controlador migratorio ha sido siempre el clima, ya da síntomas de experimentar tal influjo sobre todo en la costa Oeste.
Los Estados Unidos por su parte tienen mas de 11 millones de inmigrantes indocumentados. La asfixia del latinoamericano ante la corrupción, la desidia y las mentiras de los gobiernos populistas que proliferan en el Sur crea similar flujo de éxodo que cualquier Guerra. Es una sorda invasión de personas desesperadas que tambien pagan un alto precio en vidas en esas trágicas jornadas de pasar las fronteras ilegalmente buscando lo que nunca tendrán en sus paises y han decidido es imposible luchar por obtenerlo.
De nuevo, los sucesivos gobiernos de los Estados Unidos nada han hecho por resolver ese problema. Nada han hecho tampoco por castigar a sus propios ciudadanos que toman ventaja de esta gente desesperada. Tanto para republicanos como para demócratas, ha sido un tema prohibido, impopular que resta votos si se roza siquiera.
Pienso que el gran mérito de Donald Trump, independientemente que nos guste o no el personaje, que creamos o no que sería un buen Presidente, ha sido sacar de las selladas gavetas de Washington un tema que ya es imposible soslayar, mas allá de Trump y que es una amnaza para la estabilidad global. Su posición de tomar responsabilidad como gobierno y obligar a todos los emisores de inmigración masiva a tomar la suya, es imprecedente y necesaria. De aquí en adelante quien aspire a un puesto público tendrá necesariamente que enfrentar ese problema. Y los Estados Unidos deben evitar a toda costa lo que ya sucede en Europa, con ciudadanos frustrados, organizandose y enardecidos, tomando medidas con palos y piedras contra las acciones y resultados de esta inmigración masiva. En Norteamérica no es costumbre por cierto dirimir estas críticas situaciones en enfrentamientos con palos ni piedras. Con mas de 80 millones de ciudadanos oficialmente armados mas los millones de armas ilegales en circulación, ello puede convertirse en un caos realmente letal para toda la sociedad.
El APACIGUAMIENTO
Por Rodolfo Monteblanco
La administración de Barack Hussein Obama ha practicado como elemento fundamental de su política exterior el llamado “Appeasement” o “Apaciguamiento” en castellano.
Es una tendencia totalmente en consonancia con los principios de la izquierda liberal que puebla hoy casi todos los estratos del gobierno demócrata y los centros de acción financiera y de pensamiento que lo sostienen. Consiste simplemente en pensar que siendo tolerante, permisivo e incluyente, aún con los que no quieren incluirse, se evitan los conflictos y se ganan amigos.
Esta política, que se evidenció desde el momento en que Obama comenzara sus periplos internacionales pidiendo perdón por acciones del pasado que no encajan en su visión de América, ha madurado en forma de tratados y negociaciones que contrastan fuertemente con el otrora alimentado concepto bipartisano de que unos Estados Unidos fuertes y firmes eran la mejor garantia de lograr acuerdos beneficiosos para el pais y mas seguros para el globo a largo plazo. Ofrecimientos de “open hand” y acercamiento se hicieron desde 2009 a regimenes como los de Birmania, Norcorea, Iran y Cuba, entre otros.
Y aquí quiero referirme a uno en particular, el acercamiento cubano, desarrollado a hurtadillas, lleno de complicidades, concesiones y donde el apaciguamiento ha sido la base para lograr atraer a un acuerdo de deshielo a la dictadura arrogante, quebrada y que solo es capaz de ofrecer un pais devastado como botín de operaciones para los intereses que necesitaban financiera y legalmente de tal deshielo.
La dictadura ha sido apaciguada con oportunidad de continuismo de la corona, público reconocimiento de autoadjudicado liderazgo popular y con demagogia calculada.
La Casa Blanca sigue pateticamente hablando de derechos humanos en la isla como elemento en juego para el futuro cese del embargo, mientras empuja toda su maquinaria presidencial para eliminarlo sin condiciones y el régimen continua vociferando añejos principios revolucionarios para el consumo de los tradicionales idiotas que aún los apoyan o sostienen, pero ninguno de estos elementos superficiales es tomado en cuenta para las acciones en curso. Son solo expresiones para quedar bien o “saving face”, un término en inglés traducido del chino y que la cosa no aparezca tan apaciguada como en realidad está.
Y la oposición/disidencia/activismo existente en la isla?
Esa minoría interna, lamentablemente de centesimal porcentaje, que hoy manifiesta su descontento con la situación nacional, está claramente dividida, no en partidos o asociaciones opuestas entre si, sino en su actitud y acción.
En la oposición cubana hay una clara vertiente reformista. Se que a muchos he ofendido con ese término en el pasado, pero la historia enseña que hay que llamar las cosas por su nombre. Aqui se agrupan los que de buena fe, incluyendo a muchos cubanos en el exterior, piensan que con reformas superficiales tendrá exito un proceso de aproximaciones sucesivas a la libertad y a los derechos universales, porque por el contrario el enfrentamiento (que el régimen finje no abandonar) no ha funcionado en medio siglo. Lo siguen pensando a pesar de la historia y los ejemplos existentes. Vietnam y China llevan mas de cuatro décadas en ese proceso y en derechos y libertades sus pueblos permanecen igual y la gran mayoría quiere emigrar, porque sencillamente ello iría en contra del absolutismo de los jerarcas del Partido Unico en el poder que se van sucediendo y reproduciendo en un proceso amébico constante. Y por otro lado, estan los que solo aspiran a ciertas reformas que los beneficien personalmente, aunque nada signifiquen para la nación.
Los reformistas estan apaciguados por principio. Nunca manifiestan que el totalitarismo y la dictadura tienen que terminar como condición indispensable. Aspiran a ser parte de ese proceso de reformas y a una presencia que solo sirve de vitrina útil, de instrumento a ambas élites.
Y estan los no apaciguados, los alborotados en campos y ciudades que sienten sobre su cabeza el peso del yugo y la bota, al acto de repudio, los golpes y la prisión, los que salen a la calle gritando “Abajo Castro” y “Abajo la Dictadura” en humildes y exiguas manifestaciones, acosados por turbas concentradas y esbirros uniformados. Estos no le convienen a ninguna de las dos partes negociadoras, por ello no son invitados a los buffets ni a las fotos.
Por eso algunos de ellos si los invitan, no van, porque se saben en conflicto con el contubernio, porque piensan que los principios no pueden disfrazarse de cuello y corbata por una tarde, ni ese espíritu sale en un sonriente “selfie” como mensaje de que los objetivos ya fueron alcanzados.
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