Por: Raul Izquierdo
La relativizacion de lo categorico siempre crea entropia, ambigüedad e indefinición, mas en quienes no tienen claro, ciertos criterios universalmente aceptados como categoricos, por eso es peligrosa, es innecesario relativizar lo categorico, porque lo relativo no es preciso y como tal no es concluyente, mientras que lo categorico siempre es claro y preciso, sin tener que ser extremo. Lo categorico, es consustancial con conceptos definidos aceptados por una heterogenea mayoria de la sociedad civilizada, en circunstancias culturales determinadas.
Los conceptos son principios fundamentales que pueden generar opinión, pero no son opinión en si, son definiciones, las opiniones se mueven en un rango contextual y su categorización debe estar sustentada en lo conceptual.
La opinión sensata, resulta del pensamiento acertado y responsable que emana del analisis de la informacion sustentada por los conceptos a partir de hechos y es una obligación etica y moral de todos, mientras que la opinión ambigua, es insensata y causa estragos entre los indefinidos, por lo que no suele ser tomada en cuenta por pensadores responsables.
El ejercicio de la libertad ciudadana, del pensamiento civico y de la opinión sensata, no supone la relativización ambigua de los conceptos fuera de limites categoricos, pues la libertad sin limites, como la opinión sin razon, supone caos, anarquia, beligerancia y entropia social, esos limites son la cultura, la conciencia civica y el respeto al derecho ajeno para garantizar la paz, de ahí que los conceptos han de ser claros y las opiniones categoricas, que garanticen el orden y el buen debate, las equivocaciones suelen ser malas interpretaciones de los conceptos, lo acertado es categorico, sin medias tintas ni doble moral, ni doble rasero, sin relativizaciones. Uno de los conceptos mas relativizados en estos tiempos revueltos es la moral, pretenden algunos que la moral sea relativa segun desde la optica que se mire.
Hemos llegado al punto en que ser categoricos, tener los conceptos claros y responder a la vida con la talla moral que exigen las circunstancias y amar el orden, es ser conservador, reaccionario, de derechas, solo para justificar como “progre” ideas tipicas de dudosas filiaciones y equivocados posicionamientos, la deconstruccion de la realidad para revertirla y estirar como chiclets los conceptos para que se ajusten oportunistamente a las circunstancias por incapacidad de ser categoricos, los conceptos hay que defenderlos y mantenerlos con dignidad y vergüenza en la vida.
Pero como dijera Gasset “el hombre es el y sus circunstancias” y las lineas del acierto y del error estan perfectamente delimitadas en lo conceptual, no hay zona franca, no hay banda ancha, ni relativización posible. Lamentablemente los cubanos hemos estado condenados y sometidos por decadas a un experimento atroz, hemos estado enfermos de revolucion, sin evolucion, hemos sido manipulados hasta el cansancio de que ser revolucionarios era ir contra el orden y las reglas civicas que habiamos aprendido, cambiarlo todo, sin darnos cuenta de que la supuesta revolucion no ha sido mas que un dramatico y torpe revolcon de la historia, una alteración del orden y los conceptos, para que tras ese gran cataclismo social, solo unos pocos consigan beneficiarse (los revolcadores) mientras el resto por esas miserias de la condicion humana, nos peleamos y dividimos.
Nos hablaron de la “unidad y lucha de los contrarios” para llegar a un punto sin derecho a lucha alguna, nos desorientaron con la “negacion de las negacion” para al final llegar a que asintieramos siempre bajo una horma de pensamiento unico, en la que no nos estaba permitido negar nada, nos pretendieron convencer del ‘motto perpetuo’ de los “cambios cuantitativos y cualitativos” para terminar relativizando lo supuestamente categorico y decirnos que en el comunismo, se llegaba a una fase superior y ultima del desarrollo de la conciencia y la ideologia del “ser social” lo que equivalia a decir, que con el comunismo todo se detenia, porque se habia llegado al “non plus ultra” de la humanidad.
Una gran estafa, como dejo sentenciado aquel escritor, una estafa bien urdida, que ha lastrado a muchos, que ha marcado a todos y que dejo confundidos a aquellos menos aficionados al razonamiento, que prefirieron por abulia o necedad, ir llevados de la mano de un Estado supuestamente paternalista que en realidad ha sido fraticida. Los cubanos, hasta el dia en que sufrimos aquel revolcon devastador devenido en “castrismo” habiamos sido formados y educados en valores categoricos, con principios de nobleza basados en conceptos, siempre amantes de la familia, compasivos, hospitalarios, amistosos y leales, con ideas claras y sin dobleces, por eso avanzabamos.
El castrismo, nos ha lastrado y castrado lo que como pueblo teniamos de positivo, privandonos de futuro, llevandonos a un envilecimiento gradual, al mismo tiempo en que nos empobrecia y nos volvia miserables material y moralmente, en base al “odio de clases” al “divide y venceras” o “el fin justifica los medios” o “con la revolucion todo, sin la revolucion nada” y muchos otros slogan inculcados como consignas.
Pero los cubanos viejos y los no tan viejos, sabemos lo que es ser verticales como las palmas, todos leimos a Marti y a los Proceres, muchos hemos sido formados en la fe, todos conocimos la historia, nuestra historia, crecimos orgullosos de nuestras tradiciones y costumbres, culturales, civicas y patrioticas, con claras ideas, sin relativismos.
Las ultimas generaciones, con toda seguridad no han tenido nuestra suerte, lamentable porque el castrismo ha durado demasiado, quiza necesiten saber mas sobre cosas que desconocen por tanta mentira ideologica inoculada como un virus y con tales carencias civicas, no deberian tener tanta soberbia prepotente, en el fondo ignorancia y ser mas humildes, oir a los viejos, pues a fin de cuentas nos une el amor por la Patria y la misma desgracia nacional, debemos entendernos y debemos dialogar, pero entre cubanos dignos, no con fariseos, mercaderes de la relativizacion, siendo siempre categóricos y honrando a nuestros muertos, sin relativizar sobre conceptos sagrados e inamovibles.
Tras cinco decadas y un lustro de afrentosa tirania, deberiamos pensar con mas claridad que nunca antes, ser categoricos, saber a estas alturas que cosa puede ser “si” y que tiene que ser “no” con quienes se puede contar y con quienes no podemos osar ni coquetear, a quienes hacer caso y a quienes no, cual es la verdad y donde esta la falsedad, quienes son los traidores, incluyendo a ciertos personeros del exilio.
Como se nos convirtio de ser un pueblo aguerrido, de vocacion libertaria en un pueblo, temeroso, conformista, camaleonico y de doble moral ? Tendra que ser objeto de estudio en el futuro, es increible lo que nos paso, pero mas increible es, que aun no pocos compatriotas no asuman actitudes de dignidad y prefieran perderla con tal de agarrar del lobo un pelo y aceptar las reglas de juego de los satrapas dictadas desde su terreno, con la ingenua esperanza de alcanzar una cuota de timido poder, con la peregrina idea de iniciar una posible reaccion en cadena que es una falacia.
Como es posible que tantos compatriotas valiosos se vayan con la “bola mala” tras cantos de sirenas que son un espejismo y se crean el cuento de que existe, tras miles de muertos, presos y torturados, que aun persisten, voluntad alguna de un cambio real ?
De que les valdra a algunos obtener la caricatura esperpentica de un cambio fraudulento bajo condiciones impuestas por los mismos que han destruido la nacion ? A que sabe semejante vejamen ante los verdugos ?
No debieran cinco decadas y un lustro plenos de injusticias y violaciones de todo tipo ser suficientes para saber que con el enemigo no se llega a acuerdos de ningun tipo que no sean el de la rendicion y disolución incondicional ?
Podremos seguir relativizando los conceptos la vida entera, dandole vueltas a las cosas para aca y para alla, al derecho y al reves, discutir que si son galgos o si son podencos, confundiendo a muchos, pero las cosas son las que son, son como son y los conceptos no son tales ni son categoricos, si no son definidos, claros y limpios, lo demas es una torpe complicidad y colaboracionismo tacito, sea consciente o inconsciente, sea voluntaria o involuntariamente, es prestarse a ser victimas propiciatorias por mala fe, o por un raro “Sindrome de Estocolmo” pactando al final con los verdugos y conduciendo asi al pueblo a un castigo mayor, como en la Plaza durante la “corrida” llevan entre el picador y los banderilleros, el toro debilitado al estoque del diestro matador.
Comentarios recientes